San Valentín, 14 de febrero de 2008
a ti, Anyella
Tiene la tranquilidad impávida
de un hombre justo entre malvados.
Carece de mañanas
y vive el hoy
o al revés
no la conozco.
Tiene una eternidad
como madre
aunque se estreno hace cinco años
con un solo hijo.
La alegría de la vida como tal es su alma.
No entiende mis palabras diarias
tampoco entiendo las suyas
pero no importa
nos amamos
precisamente porque lo que se dice
la palabra es corta para explicarla.
a ti, Anyella
Tiene la tranquilidad impávida
de un hombre justo entre malvados.
Carece de mañanas
y vive el hoy
o al revés
no la conozco.
Tiene una eternidad
como madre
aunque se estreno hace cinco años
con un solo hijo.
La alegría de la vida como tal es su alma.
No entiende mis palabras diarias
tampoco entiendo las suyas
pero no importa
nos amamos
precisamente porque lo que se dice
la palabra es corta para explicarla.
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