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Cali Comfenalco Dic 6 - 2008

Dia del Periodista

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Miranda, Febrero 7 de 2009

jueves, 19 de junio de 2008

Si Adelita se fuera con otro
La seguiría por tierra y por mar
Si por mar en un buque de guerra
Y si por tierra en un tren militar.
Desaniversario de Sandino.

Les hablare de un hombre convertido en soldado, soldado convertido en héroe, héroe en mártir y luego en leyenda. Hombres que produce la tierra cada 555 años. “El que se mete a redentor, muere crucificado” dijo su padre Gregorio, el día del gran crimen. Un nica de Niquinohomo.

Sandino no fue un burgués como el che Guevara, fue más bien un técnico, casi un proleto como se diría ahora. Sandino tampoco fue marxista, como también lo fue Farabundo Martí que peleaba a unos pocos metros en Salvador. Amaba a su patria y a los extranjeros que vivieran en ella, si fueran honestos.

Tenía pinta de comboy americano, usaba una cinta roja alrededor del cuello, sombrero de vaquero y botas de cuero, pistola al cinto. Si no hubiera sido revolucionario, hubiera sido actor de cine -amado por las mujeres-, héroe de acción sin doble como Johnny Weissmuller, ganador de Oscar, nombrado caballero, honrado con la Legión de Honor de los franceses y embajador de buena voluntad de las Naciones Unidas. En otras vidas, no lo dudo habrá sido un trovador, un caballero andante o edecán de Bolívar.

El Che se inmortalizó en la foto que ha sido explotada hasta la saciedad por el capitalismo, ningún peso de las camisetas, llaveros, boinas y miles de accesorios más no han servido para redimir en algo una justicia social que propugna el icono de miles de latinoamericanos, europeos y asiáticos, incluyendo americanos, en su inmensa mayoría de clase media o media alta o alta. Tan lejanos de lo que quiere representar la foto del poster.

No hay camisetas de Sandino, ni llaveros, ni boinas con su fotografía, ni los jóvenes latinoamericanos lo usan en sus vestimentas, algunos ni siquiera lo conocen. Para honra de su memoria –ni como articulo de consumo y de deshecho- desgracia del capitalismo y olvido de la patria latinoamericana.

Sigue así el héroe en silencio como cuando combatía en las montañas de Nicaragua, se rindieron todos, menos uno, él. Tenía pasta de mosquetero de Dumas. Su canto de guerra, era una canción de amor, Adelita. La misma canción que llevaron los aliados a Europa en la gran guerra.

Los poemas que se han escrito a Sandino, nos hablan del hombre enfrentado a sí mismo y de la fortaleza del hombre solo enfrentado a lo imposible. Ernesto cardenal le canta en el poema: “Y Sandino no tenía cara de soldado, sino de poeta convertido en soldado por necesidad, y de un hombre nervioso dominado por la serenidad.” El verdadero revolucionario latinoamericano fue Sandino, combatió a los yanquis para liberar a su patria de la invasión invitada por liberales y conservadores nicaragüenses. Derroto dos veces al ejército más formidable del mundo. Así dice la historia, Sandino perdió, por lo tanto la historia es verdadera.

La revolución por la cual murió, no sobrevivió. Los que tomaron su nombre, no le hicieron sombra, traicionaron los ideales, los poemas, los muertos, dejaron las cosas iguales o peores. Igual a cuando El Che se fue a su aventura en Bolivia. Cuba en esa época ya era de los Castros, todavía lo es.

Firmo un desarme, tenia palabra. No se rindió. En el monte de la calavera, lo fusilaron como a los hombres, junto a Estrada y Umanzor.

Desde tu 21 de febrero nos miras Augusto Cesar Sandino, te digo presente, presente en los poemas, no en las camisetas, ni llaveros, ni boinas -como articulo de consumo y de deshecho-. Un hombre, un nica de Niquinohomo, de los que la tierra producen cada 555 años.
Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos
que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal,
es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz.
Friedrich Nietzsche

Sólo obedeciéndola se doblega a la naturaleza.
Francis Bacon
El Profesor Espantapájaros.

Marco Antonio, el adolescente amo en experiencia y alegría las enseñanzas de escultismo del otro niño-hombre Baden Powell, por este camino llego a ser uno de los pocos y primeros scouts en el Cauca a tener el honor de portar en su uniforme la insignia de Conservador de la naturaleza, un oso panda -especié en extinción- sobre una flor de lis. La memoria me trae el recuerdo agradable de verlo en su casa, a la madrugada, lleno de felicidad, el primer día que orgulloso portando la insignia, hicimos nuestro primer viaje de aventuras a Bogotá.

Marco Antonio, nos sorprende en cada momento que toma un lápiz y escribe. Sus poemas que le cantan a lo cotidiano que no lo es. Sus novelas que escriben al imaginario de su amada Popayán y de las personas en la valentía de ser, humano. Las columnas en lo justo de su ciudad, colocándolas las cosas en su dimensión para tomar correctivos, aún haciéndonos reír.

Ahora el escritor nos trae un cuento de niños que es y no lo es como en la historia de Momo, un cuento que le canta a la vez a la gloria de ser maestro, a la eternidad de la tierra como madre del hijo hombre, que se porta como un mal hijo, no cuidándola, pero por sobre todo a los lazos indescriptibles de la amistad. Es a su vez un canto a la felicidad rutinaria de la vida escolar con los amigos de la niñez, que al final son los mejores de la vida.

El Libro de Marco Antonio Valencia “El Profesor espantapájaros”, viene a ser todos y ninguno de los siguientes prodigios:
· Es un cuento de aventuras, ya que cada intervención del protagonista es una lección de ingenio con viajes imaginarios.
· Es un libro curioso, en que cada alusión a una característica inigualable o especial de un ser vivo despierta hambre de conocimiento.
· Es una historia mágica porque la historia en sí relaciona otros mundos diferentes y únicos.
· Es una lección poética de naturaleza, amándola a través del conocimiento.
· Es un libro sencillo, corto, lo corto y bueno, doblemente bueno, pero también habla de los amigos, de la infancia, de los extraños y maravillosos seres que la providencia escogió para ser profesores, que se convierten en tus amigos

El poeta ha entendido como pocos que nuestra existencia misma depende del equilibrio delicado con el resto del planeta, que lo sacro junto con lo práctico está íntimamente relacionado, un visionario igual a los maestros de la Atlántida que hablaron antes que cayera el todopoderoso continente, de lo peligroso del manejo inapropiado de los poderes naturales. Y esto en su especialidad que solo se consigue educando, no como han enseñado que la educación son miles de tareas, lecciones de memoria, sino con risas, historias, el ejemplo personal, la fantasía. Un espejo del personaje del libro.

Santiago de Cali, junio 12 de 2008 año de nuestro señor