Peña Artistica - Eleano Lasso

Encuentro de Poetas

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Encuentro de Escritores Timbio Cauca

Recital Fundación Plenilunio

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Cali Comfenalco Dic 6 - 2008

Dia del Periodista

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Miranda, Febrero 7 de 2009

jueves, 31 de julio de 2008

EL GRITO

Siempre había tenido envidia de aquellas parejas que se conocen desde jóvenes y llegan a casarse. Conmigo nunca sucedió lo mismo, con ninguna conseguía unir amor con buen sexo. Bueno, hasta que la conocí. Fue en la biblioteca del colegio donde la vi, tenia un vestido rosado, parecía que se hubiera colocado encima solo un velo, que no cubriera el brutal cuerpo, era delgada como una hindú, de senos pequeños que se le veían a través de su escote y que siempre se miraban porque nunca uso brasier. Tenía nalgas suaves, caderas de bailarina árabe con su piel trigueña donde sus poros hacían el amor con el aire, en esa alegría de mujer del trópico, con unos ojazos negros de mirada enigmática y el pelo largo hasta la cintura. Quede extasiado con esa mujer igual que todos los demás chicos del colegio. Pero no lo sé a mi me miraba diferente, un día cuando notó que miraba sus senos dijo: ¡ quieres probar mi lápiz labial !, sin esperar respuesta con su dedo se acarició un pezón, luego se lo llevo a su boca lo unto de labial y terminó metiendo su dedo en la mía. Eso sólo fue el principio, más tarde cuando me llevo a su apartamento, en su pieza con una ventanita por donde entraba la luz de la luna, se fue desnudando frente a ella, exclamo ¡no me mires! mira hacia el espejo, entonces se despojo de sus largas medias, del liguero azul que después me regalo como amuleto, de su tanga negra con una mancha blanca en un costado, que afirme que parecía una araña y así su sexo quedo bautizado. Luego la mire, temblaba. Se acerco, coloco mi mano en su vientre, la semioscuridad hacía brillar su piel, empecé a quitar su blusa transparente, mientras mis labios acariciaban sus senos y subía mi lengua a besar su cuello, entonces ella cerro sus ojos, dejo caerse en el suelo, arqueo su cuerpo con la cabeza hacia atrás susurrándome ¡tómame! al momento su cuerpo se expandía abriendo sus piernas. Luego nos poseíamos, nuestro sudor se cristalizo en la ventanita, sus gotas de tigresa del amor las lamía de su ombligo, mientras ella hacía lo mismo de mi pecho.

Ese amor de dolor que teníamos, porque nos dolía cuando nos separábamos, ella en su trabajo, yo en mi estudio. Un lunes por la tarde había ido a buscarla, ese día me tocaba escoger el sitio, lo haríamos en un faro. Había otra chica en su lugar, me entrego una nota: estación del tren, 10 para las 6. Cuando la observe a lo lejos subiendo al tranvía, me destrozo el corazón. Mientras un chico le ayudaba a subir las maletas, ella coqueta le agradeció el gesto, acariciándole el rostro con su guante negro que tantas veces acaricio mi...

Y se vuelve a oír el grito agónico de placer inimaginable, que hace que todos los loquitos no se duerman hasta oír ese grito liberador, esa angustia de placer. Dicen los enfermeros que es la sexta vez que intenta suicidarse, pero que la gracia consiste en llegar hasta lo más cerca de la muerte, casi como teniendo un orgasmo con ella, porque allí en ese éxtasis encuentra su amada, la diosa que se fue hacia el sur, a calentarlo todo como dice mi paciente.

martes, 8 de julio de 2008

De la Bestia y otros demonios
una mentira dicha mil veces se convierte en verdad.
A.H
Las crónicas de las revistas especializadas y de reportaje en Colombia, junto a las miles de declaraciones contadas de propia voz de los integrantes de los grupos violentos desmovilizados, de lo que hicieron o mandaron a ser, no se puede explicar como el éxtasis de la espiral de violencia que ronda a Colombia, ni tampoco como la locura momentánea del líder del momento en la camarilla de alzados en armas.

Desde las atrocidades de Tacueyó, las masacres de La Chinita y los actuales campos de concentración en la selva, solo por nombrar algunos, estos ritos de sangre e iniciación a los que son obligados o de buena gana hacían los implicados, no se puede explicar de una forma lógica o aún en un sentido puramente sencillo y humano.

Hay antecedentes en la historia de la humanidad y en tiempos cercanos (sacrificios aztecas, campos de concentración nazi, Gulags en la unión soviética, el kramer rouge en Camboya) que los sacrificios humanos, la tortura y la degradación más vil son de hecho actos de magia negra que buscan comunicarse o perpetuar el contacto con lo infrahumano para solicitar sus servicios: poder, riqueza, mujeres, invencibilidad y hasta invisibilidad.

No faltará en las declaraciones de los ejecutantes que en estos actos de horror se practican ciertos rituales oscuros y rezos extraños. Se sabe que aún en la mafia criolla a su vez cultivan estos rituales, no en vano los oficiales de los cuerpos de seguridad que los combaten fuera del arma de dotación que portan, llevan Biblia y rosario.

Bergier & Pauwels en su inquietante libro “El retorno de los brujos” dicen -el mal es cada vez más raro-, nada de extraño porque en Colombia se arropan de justicia, revolución y camaradería, distorsionando la verdad hasta lo inimaginable.

En todo el mundo hay seguidores, en la patria a su vez hay legión que siguen el dictado. Ellos no deben ser nombrados, como se decía en la edad media a la cual nos quieren llevar, son innombrables.

viernes, 4 de julio de 2008

cuando ella salió de la oscuridad
ya todos vimos el amor en su sonrisa
g.a.c

Canto a Ingrid

Ingrid, de Ing, la diosa germánica de la fertilidad.

Tantos mercaderes y perdedores entre ellos diplomáticos, presidentes, senadores, políticos que entre vino y vino, con grandes despliegues de medios, con viáticos y viajes, con ideas absurdas para tu liberación, vivieron a costa de tu sufrimiento, afirmando que lo hacían por ti, sacándole todo el jugo posible a tu desgracia -pero en su beneficio- y que la compartían mientras viajaban de país en país, dormían en placidas camas, comían manjares y bebían en concurridos cocteles. Ingrid en la selva, de cama la tierra y de cobija el cielo.

Tu sabes de ellos y sé que los perdonas, como a tus captores, que mujer eres, que mujer Ingrid. Que claridad en tu pensamiento y palabra, cuando sin rencor, hablaste de las humillaciones que soportaste, con estoicismo y rebeldía. Ningún síndrome de Estocolmo tienes, cuando explicaste que la pacificación del país, se debe a un plan de nación que solo se consigue con el tiempo, de ahí la importancia de la reelección presidencial. Que justicia cuando en tu honor de mujer, agradeciste a los gobiernos extranjeros por sus campañas a tu favor, pero que respetaran la patria y con ella al presidente. Agradeciste a los soldados de Colombia -estos sin son los hijos de Bolívar- y en la palabra perfecto de la operación de rescate Jaque, reconociste su audacia y valentía. He aquí en los anales de los hombres de armas, la gloria para las fuerzas armadas de la patria. Su honor de caballeros en el campo de batalla, cuando al no aprovecharse de la situación, no dispararon al enemigo que estaba a boca de jarro. Los que han estado en el campo del honor, saben que significa este gesto gallardo. Ninguna operación de comandos que recuerde, ni en la segunda guerra mundial, ha gozado de tanta entereza y arrojo, me recuerda un poco La operación Trueno luego llamada Yonatan, en memoria del líder de la operación que murió, en Entebbe Uganda que curiosamente fue un 3 de julio en 1976.

En la vida todo tiene ida y vuelta, le devolvieron la moneda a la subversión, igual a cuando engañaron a los diputados del Valle y se los llevaron.

Al paisa que con su lema trabajar y trabajar, consiguió lo imposible, mientras todo el mundo lo veía como el malo del paseo, gracias Señor presidente, todavía vienen muchas cosas buenas por venir en esta la patria natural de la Gran Colombia. Uribe en el discurso de la explicación del operativo, dijo que con todas las limitaciones de nuestro país y con toda la inteligencia criolla se cranearon semejante operación.

A los soldados, suboficiales y oficiales del ejército y la policía que volvieron a la libertad, benditos sean, uds ya pagaron su deber con la nación, aun con la vida misma, vivan, vivan, felices, prontos al baile y la alegría. A ellos se les debe cantar la canción del camarada: “Si tú duermes,/Yo velo por ti./Si tú partes,/Yo combatiré/por los dos./Porque a cada guerrero/los Dioses le han/dado un camarada” y sin duda sus hermanos de armas se la habrán cantado.

En tu adversidad, te veías hermosa tu gran día de la libertad Ingrid, eso solo es posible porque eres bella por dentro, desde tu alma. Gracias dama, por tus palabras, tu fortaleza, pero por sobretodo de ser mujer, una valquiria de los viejos tiempos, con una mujer así no es difícil salir al otro lado, si ella y muchas más –que las hay- nos acompañan.

PD. Al soldado de Colombia Mayor Richard Valencia Calle que colaboro en la misión, lo mismo que a sus camaradas de armas de las cuatro fuerzas, gracias.