cuando ella salió de la oscuridad
ya todos vimos el amor en su sonrisa
g.a.c
ya todos vimos el amor en su sonrisa
g.a.c
Canto a Ingrid
Ingrid, de Ing, la diosa germánica de la fertilidad.
Tantos mercaderes y perdedores entre ellos diplomáticos, presidentes, senadores, políticos que entre vino y vino, con grandes despliegues de medios, con viáticos y viajes, con ideas absurdas para tu liberación, vivieron a costa de tu sufrimiento, afirmando que lo hacían por ti, sacándole todo el jugo posible a tu desgracia -pero en su beneficio- y que la compartían mientras viajaban de país en país, dormían en placidas camas, comían manjares y bebían en concurridos cocteles. Ingrid en la selva, de cama la tierra y de cobija el cielo.
Tu sabes de ellos y sé que los perdonas, como a tus captores, que mujer eres, que mujer Ingrid. Que claridad en tu pensamiento y palabra, cuando sin rencor, hablaste de las humillaciones que soportaste, con estoicismo y rebeldía. Ningún síndrome de Estocolmo tienes, cuando explicaste que la pacificación del país, se debe a un plan de nación que solo se consigue con el tiempo, de ahí la importancia de la reelección presidencial. Que justicia cuando en tu honor de mujer, agradeciste a los gobiernos extranjeros por sus campañas a tu favor, pero que respetaran la patria y con ella al presidente. Agradeciste a los soldados de Colombia -estos sin son los hijos de Bolívar- y en la palabra perfecto de la operación de rescate Jaque, reconociste su audacia y valentía. He aquí en los anales de los hombres de armas, la gloria para las fuerzas armadas de la patria. Su honor de caballeros en el campo de batalla, cuando al no aprovecharse de la situación, no dispararon al enemigo que estaba a boca de jarro. Los que han estado en el campo del honor, saben que significa este gesto gallardo. Ninguna operación de comandos que recuerde, ni en la segunda guerra mundial, ha gozado de tanta entereza y arrojo, me recuerda un poco La operación Trueno luego llamada Yonatan, en memoria del líder de la operación que murió, en Entebbe Uganda que curiosamente fue un 3 de julio en 1976.
En la vida todo tiene ida y vuelta, le devolvieron la moneda a la subversión, igual a cuando engañaron a los diputados del Valle y se los llevaron.
Al paisa que con su lema trabajar y trabajar, consiguió lo imposible, mientras todo el mundo lo veía como el malo del paseo, gracias Señor presidente, todavía vienen muchas cosas buenas por venir en esta la patria natural de la Gran Colombia. Uribe en el discurso de la explicación del operativo, dijo que con todas las limitaciones de nuestro país y con toda la inteligencia criolla se cranearon semejante operación.
A los soldados, suboficiales y oficiales del ejército y la policía que volvieron a la libertad, benditos sean, uds ya pagaron su deber con la nación, aun con la vida misma, vivan, vivan, felices, prontos al baile y la alegría. A ellos se les debe cantar la canción del camarada: “Si tú duermes,/Yo velo por ti./Si tú partes,/Yo combatiré/por los dos./Porque a cada guerrero/los Dioses le han/dado un camarada” y sin duda sus hermanos de armas se la habrán cantado.
En tu adversidad, te veías hermosa tu gran día de la libertad Ingrid, eso solo es posible porque eres bella por dentro, desde tu alma. Gracias dama, por tus palabras, tu fortaleza, pero por sobretodo de ser mujer, una valquiria de los viejos tiempos, con una mujer así no es difícil salir al otro lado, si ella y muchas más –que las hay- nos acompañan.
PD. Al soldado de Colombia Mayor Richard Valencia Calle que colaboro en la misión, lo mismo que a sus camaradas de armas de las cuatro fuerzas, gracias.
Ingrid, de Ing, la diosa germánica de la fertilidad.
Tantos mercaderes y perdedores entre ellos diplomáticos, presidentes, senadores, políticos que entre vino y vino, con grandes despliegues de medios, con viáticos y viajes, con ideas absurdas para tu liberación, vivieron a costa de tu sufrimiento, afirmando que lo hacían por ti, sacándole todo el jugo posible a tu desgracia -pero en su beneficio- y que la compartían mientras viajaban de país en país, dormían en placidas camas, comían manjares y bebían en concurridos cocteles. Ingrid en la selva, de cama la tierra y de cobija el cielo.
Tu sabes de ellos y sé que los perdonas, como a tus captores, que mujer eres, que mujer Ingrid. Que claridad en tu pensamiento y palabra, cuando sin rencor, hablaste de las humillaciones que soportaste, con estoicismo y rebeldía. Ningún síndrome de Estocolmo tienes, cuando explicaste que la pacificación del país, se debe a un plan de nación que solo se consigue con el tiempo, de ahí la importancia de la reelección presidencial. Que justicia cuando en tu honor de mujer, agradeciste a los gobiernos extranjeros por sus campañas a tu favor, pero que respetaran la patria y con ella al presidente. Agradeciste a los soldados de Colombia -estos sin son los hijos de Bolívar- y en la palabra perfecto de la operación de rescate Jaque, reconociste su audacia y valentía. He aquí en los anales de los hombres de armas, la gloria para las fuerzas armadas de la patria. Su honor de caballeros en el campo de batalla, cuando al no aprovecharse de la situación, no dispararon al enemigo que estaba a boca de jarro. Los que han estado en el campo del honor, saben que significa este gesto gallardo. Ninguna operación de comandos que recuerde, ni en la segunda guerra mundial, ha gozado de tanta entereza y arrojo, me recuerda un poco La operación Trueno luego llamada Yonatan, en memoria del líder de la operación que murió, en Entebbe Uganda que curiosamente fue un 3 de julio en 1976.
En la vida todo tiene ida y vuelta, le devolvieron la moneda a la subversión, igual a cuando engañaron a los diputados del Valle y se los llevaron.
Al paisa que con su lema trabajar y trabajar, consiguió lo imposible, mientras todo el mundo lo veía como el malo del paseo, gracias Señor presidente, todavía vienen muchas cosas buenas por venir en esta la patria natural de la Gran Colombia. Uribe en el discurso de la explicación del operativo, dijo que con todas las limitaciones de nuestro país y con toda la inteligencia criolla se cranearon semejante operación.
A los soldados, suboficiales y oficiales del ejército y la policía que volvieron a la libertad, benditos sean, uds ya pagaron su deber con la nación, aun con la vida misma, vivan, vivan, felices, prontos al baile y la alegría. A ellos se les debe cantar la canción del camarada: “Si tú duermes,/Yo velo por ti./Si tú partes,/Yo combatiré/por los dos./Porque a cada guerrero/los Dioses le han/dado un camarada” y sin duda sus hermanos de armas se la habrán cantado.
En tu adversidad, te veías hermosa tu gran día de la libertad Ingrid, eso solo es posible porque eres bella por dentro, desde tu alma. Gracias dama, por tus palabras, tu fortaleza, pero por sobretodo de ser mujer, una valquiria de los viejos tiempos, con una mujer así no es difícil salir al otro lado, si ella y muchas más –que las hay- nos acompañan.
PD. Al soldado de Colombia Mayor Richard Valencia Calle que colaboro en la misión, lo mismo que a sus camaradas de armas de las cuatro fuerzas, gracias.
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