¡Mato a su padre y declaró a las autoridades que lo había hecho por odio de clases!
¡un sentimiento sano, casi no lo podemos calificar de asesinato!
Le dieron una leve condena y muy pronto lo dejaron en libertad.
Con el tiempo, lo nombraron Jefe de la sección educativa cultural.
Alexandr Solschenzyn
Archipiélago Gulag 1918-1956
¿Qué pasaría si todos los chinos dieran una patada en el piso, todos al mismo tiempo?
Mafalda - Quino
¡un sentimiento sano, casi no lo podemos calificar de asesinato!
Le dieron una leve condena y muy pronto lo dejaron en libertad.
Con el tiempo, lo nombraron Jefe de la sección educativa cultural.
Alexandr Solschenzyn
Archipiélago Gulag 1918-1956
¿Qué pasaría si todos los chinos dieran una patada en el piso, todos al mismo tiempo?
Mafalda - Quino
Popayán, Siberia, Beijing.
En la inauguración de los juegos olímpicos de Beijing, se vieron las paradas de miles, miles y miles de hombres. Las perfectas coordinaciones gimnasticas de todo tipo. Nos recuerdan bastante los olímpicos de Berlín en 1936. El homenaje al papel en una nación, donde no hay libertad de expresión, no resulta irónico, sino una broma cruel como las del guasón de Batman. Hombres como hormigas, entrenando hasta la saciedad para impresionar al mundo y lo lograron. Pero más que apasionar, al menos a este patojo, le da miedo. ¿Qué pasara cuando este inmenso ejercito de hombres, no quepa en China o sencillamente piense que tenga el derecho de expandirse en la necesidad de aumento de tierra, agua y aire? El espacio vital -Lebensraum- que pregonaban los nazis.
Los antiguos Navajos descendientes de los Apaches, los pieles rojas para los extranjeros, nos hablan en sus profecías, igual a las de Nostradamus, de los tiempos cuando el coloso rojo domine al mundo militar y políticamente. Hoy al menos, económicamente lo es, las miles de marcas mundiales de calidad, desde juguetes hasta carros. Al producir el consumo del mundo occidental, China, no solo copiara cada objeto al dedillo, sino que lo mejorara. A los países capitalistas, les sale indudablemente barato producir en el gigante de Asia, que en sus países de origen. Lógico, no hay pago de horas extras, ni sindicatos, ni bonificaciones, ni todas las prebendas de las democracias.
Las miles de marcas mundiales que batirán, estos nuevos superhombres de ojos rasgados, que han sido entrenados para ganar desde hace 50 años, junto con su poderío económico nos envían un mensaje claro. El capitalismo es decadente, sí lo es. La democracia es una ilusión, lo es. La religión es el opio del pueblo, algunas sectas y creencias lo demuestran a diario. Occidente es el pasado, tal vez. Aun así todo lo que representa occidente y lo que es, es más valido que la dictadura del pueblo, que raya en la demencia. Volvamos a la Plaza de Tiananmen en 1989, jóvenes patriotas chinos pedían libertad de expresión, acabar la corrupción y hablar con el gobierno. Los dinosaurios del partido comunista tomaron la decisión, ley marcial y represión, enviaron tanques y soldados dos divisiones completas. Resultado: 800 muertos de una, 10.000 heridos, miles de arrestos, persecución y purgas. Cifras alegres, la Cruz Roja China habla de cifras conmovedoras. Este tema de la masacre en China actualmente, es tabú. Los chinos milenarios, aplican la vieja estrategia “el no hablar de algo, es como si nunca hubiera existido”. Y aquí en Colombia nuestros revolucionarios se quejan de los gases y el agua de la policía, pobrecitos.
El país comunista de la estrella de cinco puntas, que hace casi cualquier elemento que produce el mundo libre. El estado que defiende la idea de dos sistemas un país, el mantenimiento de un sistema económico capitalista pero bajo la soberanía de un país de ideología oficial comunista, es decir el sexy y sucio dinero, pero para apuntalar un estado totalitario. Que aberración, lo peor de ambos mundos. Este “maravillo” sistema fue probado en la recién recuperada Hong Kong de los ingleses, donde como ironías de la vida, la bandera de esta región administrativa especial, es una esvástica floreada. Con todo lo anterior, es profecía decir, que el estado rojo, dominara el mundo.
Cuando era estudiante universitario, tome un taxi Cali-Popayán, el conductor se fue hablando conmigo todo el trayecto. Me contó que por sus escasos recursos económicos, su hijo al contrario de mi –que estudiaba en una universidad privada, pagada por una hermana- no había podido estudiar en Colombia, pero se había ganado una beca para estudiar en la Unión Soviética. En esa época la URSS apabullaba el mundo y se le consideraba un paraíso terrenal, una mentira tan grande como Cuba en los 60 y en toda su historia, bajo los Castro. Sus comentarios entre mi realidad y la de su hijo, me hicieron sentir como una especie de explotador capitalista, era joven y no sabía que decir. Después leí a Solschenizyn y sus libros, hoy casi 20 años después, puedo contestar que por culpa de la revolución de octubre -sin ni siquiera un motivo- en los campos de concentración Gulags murieron 66 millones de seres humanos hasta 1959, 6 millones más que en la segunda guerra mundial. Los campos de trabajo forzados diseminados como una sombra en toda las Repúblicas Soviéticas, callaban cualquier atisbo de humanidad. La mayoría de las víctimas fueron asesinadas por sus propios compatriotas, que seguían un inigualable plan de exterminio y una ideología delirante. La construcción de canales sin ningún sentido práctico y el corte de árboles, a temperaturas bajo 45° bajo cero, sin ningún tipo de protección y sin las herramientas adecuadas, eran algunas de las “maravillas” que bajo el lema del “trabajo dignifica” se exigía en los campos. El escritor que merecidamente se gano el Nobel de Literatura, por escribir estas atrocidades, pero sobretodo contarlas como humano, nos dice que a estas prácticas se les decía “fusilamiento en seco”.
De China, no sabemos de campos de trabajo forzado, pero ¡ay! de sus cárceles. En el fondo, son lo mismo. Si existen historias así, se sabrá. Un poeta algún día lo dirá, como lo dijo Alexandr. Estas líneas son un pequeño homenaje al hombre incorrupto en la bastedad sin alma de un régimen totalitario, al poeta que vivió 11 años de “experiencia” en los campos, ahora que falleció en su 4 de agosto. Valladares el gran poeta cubano, nos hablo también de los Gulags de su patria, que todavía hoy existen. Qué extraño, en la actualidad la obra de los dos grandes escritores no se consigue y cuando se le habla a los jóvenes de hoy de esto, dudan, considerándolo un murmullo, una leyenda negra, un sueño, un cuento chino.
Los antiguos Navajos descendientes de los Apaches, los pieles rojas para los extranjeros, nos hablan en sus profecías, igual a las de Nostradamus, de los tiempos cuando el coloso rojo domine al mundo militar y políticamente. Hoy al menos, económicamente lo es, las miles de marcas mundiales de calidad, desde juguetes hasta carros. Al producir el consumo del mundo occidental, China, no solo copiara cada objeto al dedillo, sino que lo mejorara. A los países capitalistas, les sale indudablemente barato producir en el gigante de Asia, que en sus países de origen. Lógico, no hay pago de horas extras, ni sindicatos, ni bonificaciones, ni todas las prebendas de las democracias.
Las miles de marcas mundiales que batirán, estos nuevos superhombres de ojos rasgados, que han sido entrenados para ganar desde hace 50 años, junto con su poderío económico nos envían un mensaje claro. El capitalismo es decadente, sí lo es. La democracia es una ilusión, lo es. La religión es el opio del pueblo, algunas sectas y creencias lo demuestran a diario. Occidente es el pasado, tal vez. Aun así todo lo que representa occidente y lo que es, es más valido que la dictadura del pueblo, que raya en la demencia. Volvamos a la Plaza de Tiananmen en 1989, jóvenes patriotas chinos pedían libertad de expresión, acabar la corrupción y hablar con el gobierno. Los dinosaurios del partido comunista tomaron la decisión, ley marcial y represión, enviaron tanques y soldados dos divisiones completas. Resultado: 800 muertos de una, 10.000 heridos, miles de arrestos, persecución y purgas. Cifras alegres, la Cruz Roja China habla de cifras conmovedoras. Este tema de la masacre en China actualmente, es tabú. Los chinos milenarios, aplican la vieja estrategia “el no hablar de algo, es como si nunca hubiera existido”. Y aquí en Colombia nuestros revolucionarios se quejan de los gases y el agua de la policía, pobrecitos.
El país comunista de la estrella de cinco puntas, que hace casi cualquier elemento que produce el mundo libre. El estado que defiende la idea de dos sistemas un país, el mantenimiento de un sistema económico capitalista pero bajo la soberanía de un país de ideología oficial comunista, es decir el sexy y sucio dinero, pero para apuntalar un estado totalitario. Que aberración, lo peor de ambos mundos. Este “maravillo” sistema fue probado en la recién recuperada Hong Kong de los ingleses, donde como ironías de la vida, la bandera de esta región administrativa especial, es una esvástica floreada. Con todo lo anterior, es profecía decir, que el estado rojo, dominara el mundo.
Cuando era estudiante universitario, tome un taxi Cali-Popayán, el conductor se fue hablando conmigo todo el trayecto. Me contó que por sus escasos recursos económicos, su hijo al contrario de mi –que estudiaba en una universidad privada, pagada por una hermana- no había podido estudiar en Colombia, pero se había ganado una beca para estudiar en la Unión Soviética. En esa época la URSS apabullaba el mundo y se le consideraba un paraíso terrenal, una mentira tan grande como Cuba en los 60 y en toda su historia, bajo los Castro. Sus comentarios entre mi realidad y la de su hijo, me hicieron sentir como una especie de explotador capitalista, era joven y no sabía que decir. Después leí a Solschenizyn y sus libros, hoy casi 20 años después, puedo contestar que por culpa de la revolución de octubre -sin ni siquiera un motivo- en los campos de concentración Gulags murieron 66 millones de seres humanos hasta 1959, 6 millones más que en la segunda guerra mundial. Los campos de trabajo forzados diseminados como una sombra en toda las Repúblicas Soviéticas, callaban cualquier atisbo de humanidad. La mayoría de las víctimas fueron asesinadas por sus propios compatriotas, que seguían un inigualable plan de exterminio y una ideología delirante. La construcción de canales sin ningún sentido práctico y el corte de árboles, a temperaturas bajo 45° bajo cero, sin ningún tipo de protección y sin las herramientas adecuadas, eran algunas de las “maravillas” que bajo el lema del “trabajo dignifica” se exigía en los campos. El escritor que merecidamente se gano el Nobel de Literatura, por escribir estas atrocidades, pero sobretodo contarlas como humano, nos dice que a estas prácticas se les decía “fusilamiento en seco”.
De China, no sabemos de campos de trabajo forzado, pero ¡ay! de sus cárceles. En el fondo, son lo mismo. Si existen historias así, se sabrá. Un poeta algún día lo dirá, como lo dijo Alexandr. Estas líneas son un pequeño homenaje al hombre incorrupto en la bastedad sin alma de un régimen totalitario, al poeta que vivió 11 años de “experiencia” en los campos, ahora que falleció en su 4 de agosto. Valladares el gran poeta cubano, nos hablo también de los Gulags de su patria, que todavía hoy existen. Qué extraño, en la actualidad la obra de los dos grandes escritores no se consigue y cuando se le habla a los jóvenes de hoy de esto, dudan, considerándolo un murmullo, una leyenda negra, un sueño, un cuento chino.