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Las putas son como los políticos, necesarios

Dicho popular

la temblorosa

los amigos la llamaban -la temblorosa-
nunca supo el origen del apodo y nunca quiso saberlo.
eran novios, si
él obrero de construcción
ella puta de cantina
pero en el bar, era la Dama
nada se hacia sin su consentimiento
hacia el amor con policías, traquetos y universitarios
pero eso sí
todos limpios y decentes.
-para tener sexo no se necesita ser desaseado y patán-
decía a sus clientes,
todos la amaban.
el barcito de la avenida
era aire en la locura,
las demás lobas la respetaban
era la señora de la casa, del bar “Alegría”
el que rechazaba era para las otras
rechazo a muchos
pero volvieron, todos
limpios y bien hablados
un hombre enamorado hace cualquier cosa.
en una historia así de amor, de muchos amores
no falta el egoísta
un poeta universitario la enamoro
y no repartía amor, sino lujuria
su poeta no regreso
peleaba con los clientes
empezó a tomar licor.
los poemas por montones
pegados en la pared de su cuarto
los que leían en el medio del jaleo los clientes
mas de uno le pidió uno que otro prestado

para enamorar a la novia o la mujer en casa.
apareció el primer muerto en la plazoleta de la universidad
luego otro en el teatrino
el siguiente en la fuente
muchos
demasiados
en lugares comunes para un círculo en especial
la policía sentencia -no hay pistas-
con tanto falso positivo
no hay tiempo de justicia
solo bastaba revisar
billeteras
- todos varones con carnet universitario
y en los cuadernos poemas de amor -